Paciencia
Paciencia.
Otra vez la
palabra paciencia.
¿Hasta cuando
el repique sin ecos de cobardía y sombra?
¿La insensata
mentira de nuestro mundo hipócrita?
Paciencia.
Cuando niño,
…cuando andaba descalzo en los inviernos
rotoso y
despeinado,
preguntaba a
mi madre,¿por qué?
Paciencia. Se
alzaba la respuesta para enjaularme el alma.
Cuando los
niños ricos tenía Nochebuena,
y Melchor, Gaspar
y Baltasar rociaban de juguetes sus ventanas
¿por qué? Yo
preguntaba,
¿se olvidaron
de mí?
¿Es que Dios
solamente es de los ricos?
¿O es que soy
un niño malo?
Y en las
noches sin sombra de mi infancia,
se alzaba el
“paciencia”
como un reto
de absurda mansedumbre.
Y hoy,
paciencia.
Otra vez el
paciencia , sobre el hondo negror de nuestras almas.
Paciencia ante
el ejército de hambrientos,
ante los niños
tristes que caminan sin risa por la infancia,
ante las
prostitutas, pobres vírgenes pálidas
pitonisas de
Safo ante el altar del mundo.
Paciencia ante
la infamia,
Paciencia ante
la injusticia…
¡Paciencia no!
¡Paciencia
tuvo Cristo, y lo mataron!
Y paciente es
el pueblo y es esclavo.
La impaciencia
es la vida.
Impaciente es
el grito que no aguarda
para elevar su
voz en el mañana.
Paciencia
cuando la vida
avanza y los rebeldes cantan,
cuando
revienta el pecho en cuajarón de sangre.
Cuando hay
tanto que hacer en la vida
¿paciencia?
¡Paciencia no!
Moverse,
agitarse, avanzar y luchar sin esperar.
Paciencia no
Paciencia no y
no
¡Mil veces
no!
Oscar
Vargas del Carpio (poeta boliviano)
!
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