REFLEXIONES DE
JOAN BAEZ
Vivo en una
colina cubierta de encinas,
y tengo dos
cabras, Daisi y Cassandra.
La cara de
Cassandra es bizca y sus ojos son muy extraños.
Una noche
soñé que Cassandra era una gitana de Mexico
que decía
la buenaventura.
Mi vida es
una lágrima de cristal. Hay copos
de nieve
que caen en la lágrima, y pequeñas figuras
que se
mueven, lenta y trabajosamente en su entorno.
Aunque
mirara dentro de la figura durante un millón de años
no conseguiría
averiguar quienes son y qué están haciendo.
Algunas
veces he deseado que estalle una tormenta.
Una de esas
tormentas huracanadas, totales,
que cambian
todas las cosas. En el cielo transcurren
entonces
cuatro días en una hora.
Los árboles
gimen,
los animales
pequeños resbalan en el lodo y todo
se oscurece
y se vuelve completamente salvaje.
Pero, realmente,
es Dios,
haciendo música
en su catedral favorita del cielo,
rompiendo vidrieras,
tocando un órgano gigantesco,
tronando sobre
el teclado,
perfecta
armonía, goce perfecto.
Lord
Bucklay, el maravilloso cómico de cara de luna,
dijo en un
cocktail de oyentes:”Señoras y caballeros,
amados todos…¿les
sorprendería mucho si
les dijera
que les quiero?
Y todos se
rieron.¿Cómo podría ceerlo alguien?
Un amigo me
dijo que sería peligroso hablar sobre Jesús.
Me arriesgaré.
Me pregunto si Jesús
sabe lo que
pasa en el mundo actualmente.
No te
molestes en venir a nosotros, Jesús.
Jesús, oro
y plata, soportando desnudo en una habitación
llena de
hombres de hoy
¡Qué
fortaleza, Jesús, oro y plata!
No llevas
botas, no tienes casco ni escopeta,
no tienes
cartera.
Poderoso Jesús,
oro y plata,
con ojos jóvenes
de mil años
miras a tu
alrededor y sabes que, seguramente,
has
fracasado en algo.
Porque aquí
estamos, esperando en vísperas
de la
destrucción, con todas las fuerzas en contra,
los que
vivimos para ver un amanecer un día cercano.
Tú, querido
lector,
tú, eres a
asombrosa gracia,
tú eres una
sombra preciosa.
Sólo tú y
yo podemos ayudar a que amanezca cada mañana.
Si no lo
hacemos, puede el sol anegarse en dolor.
Tú, persona
especial, sobrenatural, única y frágil,
temerosa y
tierna, desamparada , deslumbrante joya,
rubí,
esmeralda, resplandeciente arco iris,
en tus
manos está.
¿Te
sorprendería mucho si te dijera que te quiero?
Joan Báez (decada de los sesenta)
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